Rezar cada día con Lourdes
La oración es un diálogo con Dios en una relación personal con él. No se puede rezar sin esperar ser escuchado. Lourdes nació de una escucha y un intercambio entre dos jóvenes en 1858.
Bernardita Soubirous, el 11 de febrero de 1858, fue a la gruta de Massabielle por una necesidad material muy concreta: no había leña para calentar el calabozo y tuvo un encuentro inesperado que cambió su vida. Tu vida también puede cambiar viniendo a la Gruta de Lourdes.
La oración en Lourdes puede empezar entrando en un silencio y escuchar a Dios que nos habla a través de los demás. Bernardita permaneció en silencio y escuchó «un ruido como una ráfaga de viento». Empezar haciendo silencio en el corazón es un buen comienzo.
¿Quieres ir más lejos? Puedes dirigirte a Dios a través de aquella que dijo «sí» al amor incondicional de Dios. El Avemaría es una oración esencial en la vida del cristiano. La segunda oración importante es el Padre Nuestro, que el Señor Jesús enseñó a sus apóstoles. Con estas oraciones puedes acompañar el rosario en la Gruta todos los días.