Beber y lavarse son los dos gestos que se realizan en Lourdes tras la invitación de la Virgen María.
Este proceso comenzó justo después del 25 de febrero de 1858, día en el que la Virgen María mostró a santa Bernardita el lugar en el que se debía cavar para encontrar el manantial.
Nuestra Señora de Lourdes nos invita a venir hasta este manantial que brota desde el interior de la Gruta para «beber y lavarnos» con su agua.

EL GESTO DEL AGUA EN LAS PISCINAS
• Los hospitalarios y hospitalarias le acogerán en las piscinas y le acompañarán en el proceso del «gesto del agua», el cual puede llevarse a cabo solo, en grupo, en pareja, en familia, entre amigos… en Iglesia.
• Además, puede realizar de manera personal el gesto de beber y lavarse la cara con el agua del manantial que brota de las dieciocho fuentes situadas junto a la Gruta. El número dieciocho hace referencia al número de apariciones.

EL BAÑO EN LAS PISCINAS
Desde el 15 de julio de 2024, el Santuario es capaz de responder con mayor facilidad a las peticiones de los peregrinos que desean sumergirse en el agua de la Gruta.
Con la valiosa dedicación de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, le acogeremos de la mejor forma posible para cumplir las expectativas que suscita la posibilidad de bañarse en las piscinas del Santuario.
A su vez, invitamos cada vez a más peregrinos, sanos o enfermos, a vivir el gesto del agua, una feliz propuesta que permite a un número considerable de personas honrar la petición de la Virgen Inmaculada.

Gracias a los grifos situados en los soportales, podrá llevarse consigo el agua de Lourdes para su uso personal o bien para sus seres queridos.

Aunque algunas personas se hayan curado tras utilizar el agua de la Gruta, los análisis científicos no le han encontrado ninguna propiedad particular. Como decía santa Bernardita: «¡Una gota es suficiente! Lo que se necesita es fe». Asimismo, puede pedirle a un sacerdote que la bendiga.