Al día siguiente de Pentecostés, la Iglesia celebra la memoria litúrgica de María, Madre de la Iglesia, y destaca la esencia de su misión en el corazón del Pueblo de Dios.
En un decreto, firmado el 11 de febrero de 2018 (en el 160 aniversario de la primera aparición de la Virgen en Lourdes), el Papa Francisco estableció que esta memoria litúrgica fuera obligatoria para toda la Iglesia católica de rito romano. El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos explicó que la decisión se había tomado «considerando la importancia del misterio de la maternidad espiritual de María, que desde la espera del Espíritu en Pentecostés (cf. Hch 1, 14) no ha dejado jamás de cuidar maternalmente de la Iglesia, peregrina en el tiempo».
En Lourdes, más que en ningún otro lugar
Desde el 11 de febrero de 1858, grandes multitudes acuden a Lourdes para confiarse en María, la cual las acoge en sus afectuosos brazos, como una madre que cuida de sus pequeños.
En Lourdes, María, nuestra Madre, nos levanta y nos dice que hay que: «ir a beber y a lavarse en la fuente». Lavémonos del cansancio del camino y, cuando vayamos a recibir el sacramento de la reconciliación, preparemos nuestro corazón para acoger al Señor en su Palabra y su Eucaristía.
En Lourdes, la Virgen María pidió «que se venga en procesión…». Pongámonos en camino para que nos conduzca hasta su Hijo.
Novena a María, Madre de la Iglesia
Durante nueve días, desde el domingo después de la Ascensión del Señor hasta el lunes después de Pentecostés, se festeja a María, Madre de la Iglesia.
Una decena del rosario, seguida de la siguiente oración:
Virgen María, Santa Madre de Dios, Nuestra Señora de Lourdes,
como una vez hiciste brotar el manantial de Massabielle,
por tu dulce intercesión maternal,
haz que el don de Dios, el Espíritu Santo, brote del Corazón de tu divino Hijo
y se derrame sobre cada uno de tus hijos.
Le pediste a Bernardita
que fuera a decir a los sacerdotes «que se construya aquí una capilla
y se venga en procesión».
Escuchamos tu llamada,
y al elegirte hoy como nuestra Madre,
queremos construir la Iglesia en nuestro corazón
y en el de todos nuestros hermanos.
Virgen María, dulce Madre de la Iglesia,
da a tus hijos el amor de la Iglesia,
y sé para ellos un refugio seguro hasta el fin de los tiempos.
Amén.
Oh, María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En Lourdes, los peregrinos rezan a la Virgen María
Durante el mes de mayo, Lourdes honra a la Virgen María ofreciendo una flor blanca a Nuestra Señora. A lo largo de todo el mes de mayo, los voluntarios del Santuario se encargan de entregar las flores blancas a la Virgen coronada en nombre de todos los peregrinos. Estas flores completan el ramo ofrecido por las oraciones de todos aquellos que cada día rezan los diferentes rosarios en la Gruta.