Los Capellanes
Los capellanes son los sacerdotes al servicio del Santuario de Lourdes. Son los centinelas de la capilla solicitada por la Virgen María a Bernardita Soubirous durante la 13ª aparición del 2 de marzo de 1858. Pertenecen a diferentes comunidades religiosas y diócesis, y proceden de diversos países como Francia, Italia, Benín, Argentina o Sri Lanka. Bajo la responsabilidad del rector, trabajan en la pastoral del Santuario y acogen a los peregrinos que vienen de todo el mundo.
Los centinelas de la Capilla
Los capellanes son los centinelas de la capilla solicitada por la Virgen María; centinelas del edificio de piedra, pero también de la Iglesia en el sentido universal de Pueblo de Dios.
El sacerdote que tiene la misión de acoger a los peregrinos es el «rector», nombrado por el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Francesa, a propuesta del Obispo a cargo del Santuario.
El rector está rodeado de capellanes con los que comparte la responsabilidad pastoral.
Los capellanes proceden de múltiples países para acoger a los peregrinos en todos los idiomas. Alrededor de 25 sacerdotes están presentes en el Santuario para acoger a los peregrinos, acompañarlos en su peregrinación, darles a conocer el mensaje de Lourdes, meditar el rosario y celebrar los sacramentos (especialmente la misa y la confesión).
Las confesiones (también llamadas sacramento de la reconciliación o del perdón)
Todos los días del año, los capellanes están presentes en la Capilla de la reconciliación para acoger a las personas que deseen recibir el sacramento del perdón.
¿Cómo conocer a un sacerdote?
ACOGIDA Y ESCUCHA
Sea quien sea, esté en la situación que esté y quiera compartir lo que quiera, será bienvenido.
Solicite hablar con un sacerdote +33 (0)5 62 42 20 08
CAPILLA DE LA RECONCILIACIÓN
Los capellanes le recibirán todos los días para escuchar las confesiones y dar el perdón de Dios.
Duración / 10-15 minutos (20-30 minutos de espera)
Horario del Centro de información
+33 (0)5 62 42 20 08
Mons. Jean-Marc MICAS
Obispo
Padre Michel DAUBANES
Rector
Padre Jean-Xavier SALEFRAN
Comunidad de San Martín
Vicerrector
Hermano Donatello ATZENI
O.F.M. Capuchinos
Hermano Giovanni ATZORI
O.F.M. Capuchinos
Père Simon-Pierre BADJI
Oblatos de María Inmaculada
Padre Michel BAUTE
Padre Horacio BRITO
Misioneros de la Inmaculada Concepción
Padre Augustin CAYLA
Fraternidad de San Pedro
Padre Jan CHYLEK
Padre Jean-Jacques COURTADE
Padre Paulo DALLA DEA
Padre Dominique DERKONINGEN
Mons. André DUPUY
Padre Mauricio ELIAS
Padre Julien FAFART
Comunidad de San Martín
M. François FOUYET
Diácono permanente
Padre Klaus HOLZAMER
Hermano Dennison JOHNSON
O.F.M. Capuchinos
Padre Maxime KOUASSI
Congregación de Jesús y María (Eudistas)
Hermano Jean-Paul LECOT
Misioneros de la Inmaculada Concepción
Padre Henri LEFER
Fraternidad de San Pedro
Padre Zbigniew Jozef MUSIELAK
Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilianos)
Padre Emmanuel MVOMO
Hijos de la Inmaculada Concepción
Padre Joseph Manh NGUYEN
Oblatos de María Inmaculada
Padre Blaise NTUNGA
Hijos de la Inmaculada Concepción
Père Martins OBIKARA
Oblatos de María Inmaculada
Padre Mihai PERCA
Padre Baptiste POCHULU
Diocèse de Bayonne
Padre Hervé RÈME
Diocèse de Nîmes
Padre Jean Marcel ROSSINI
O.F.M. Capuchinos
Padre Giuseppe SERIGHELLI
Congregación de la Pasión de Jesucristo (Pasionistas)
Padre Linus SOSAI
Oblatos de María Inmaculada
Padre Jacques TURCK
Diocèse de Nanterre
Padre Nicola VENTRIGLIA
Oblatos de María Inmaculada
Padre Anne-Guillaume VERNAECKT
Comunidad de San Martín
Padre Krzysztof ZIELENDA
Oblatos de María Inmaculada
Historia
Los primeros capellanes llegaron a Lourdes poco después de las apariciones.
En 1866, el obispo de Tarbes, Mons. Laurence, confía al Padre Rémi Sempé y a los padres de Garaison, misioneros de la Inmaculada Concepción, la tarea de acoger a las primeras peregrinaciones que empezaban a venir.
El primer rector del Santuario, el padre Sempé, fue el superior de los capellanes durante veintitrés años. También, fue el iniciador de la construcción de la primera capilla solicitada por la Virgen María a Bernardita Soubirous, y de las construcciones que siguieron, como la basílica de Nuestra Señora del Rosario.