La Familia de Nuestra Señora de Lourdes
La familia Nuestra Señora de Lourdes reagrupa a cristianos que quieren renovar la gracia de su bautismo, con la ayuda de María.
Se dirige:
- a los empleados o voluntarios del Santuario, que dedican así su vida de manera nueva al servicio de Nuestra Señora: los «miembros activos”
- a las personas enfermas, a los antiguos empleados o voluntarios que han dejado el servicio activo y que sostienen la vida del Santuario con su amistad y oración: los «miembros amigos u orantes»
- a los bienhechores que aportan su ayuda material, los «miembros bienhechores» y a aquellos que quieren sostener el compromiso de una persona menos afortunada, al servicio de Nuestra Señora, los «padrinos» y «madrinas»
- a los santuarios, comunidades e instituciones, que llevan el nombre de Nuestra Señora de Lourdes, Massabielle o santa Bernardita, como “miembros asociados» o «afiliados».
Meta de la familia Nuestra Señora de Lourdes
- Honrar a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, renovando la fe en el perdón de los pecados, reconociendo que la gracia nos precede y nos espera, siempre disponible en el corazón de María, «más joven que el pecado»
- Elevar cada día la acción de gracias al Padre de las Misericordias
- Rezar y hacer penitencia por los pecadores, trabajando en la «renovación cristiana de la sociedad», pedida por el papa Pío XII en su Encíclica La Peregrinación de Lourdes, del 2 de julio de 1957
- Suscitar el nacimiento de pequeñas iglesias o capillas, que manifiestan la alegría de vivir como hermanos todos juntos y colaborar en la puesta en marcha del Pueblo de Dios hacia la Ciudad Santa dónde Dios será todo para todos.
Practicas de los miembros de la familia Nuestra Señora de Lourdes
Las personas miembros de la familia Nuestra Señora de Lourdes están decididos a:
- aplicarse en hacer bien la señal de la cruz y rezar cada día todo o parte del Rosario, especialmente para las fiestas marianas y por el aniversario de las apariciones en la Gruta, diciendo todos los días el «acto de confianza a María»
- besar la tierra, como Bernardita, y elegir cada día una ocasión para un gesto de penitencia y de humildad alegre
- vivir, por lo menos una vez al mes si es posible, el sacramento de la Reconciliación, y por lo menos cada domingo la Eucaristía, deseando adorar a Jesús en la Hostia consagrada
- participar en un grupo, una pequeña fraternidad de vida cristiana, al servicio de la misión de la Iglesia para el anuncio de la Buena Noticia, y rezar por las intenciones del Papa
- trabajar en el servicio de los hermanos practicando las obras de misericordia, y comprometiéndose, cada uno siguiendo la llamada del Espíritu, para que este mundo sea transformado por la gracia del Evangelio.
Citas de la Gracia
- Los miembros de la Familia Nuestra Señora de Lourdes se dan cita cada año física o espiritualmente en peregrinación a Lourdes durante la octava del 15 de agosto, especialmente durante la fiesta de María Reina del universo, el 22 de agosto.
- Se les invita cada año a hacer, según sus medios, una ofrenda para el Santuario.
- Gozan, el día aniversario de su afiliación, así como el 8 de diciembre, el 11 y el 18 de febrero, el 25 de marzo, el 15 y el 22 de agosto, de la indulgencia plenaria en las condiciones acostumbradas fijadas por la Iglesia (confesión, comunión, oración por las intenciones del Papa), siendo fieles a los compromisos citados más arriba. La indulgencia puede ser aplicada a las almas del Purgatorio.
- Cada sábado se llevan las intenciones de los miembros a la oración de la misa y del Rosario en la Gruta.
- Los miembros de la Familia Nuestra Señora de Lourdes reciben el escapulario azul de María y Bernardita.
- Una carta une a los miembros entre sí, para ser testigo de la gracia, en Lourdes y en el día a día de su vida
Organización, admisión y agregación
- La familia Nuestra Señora de Lourdes tiene su centro en la basílica de la Inmaculada Concepción.
- La familia Nuestra Señora de Lourdes tiene un moderador, el rector del Santuario, asistido por un consejo nombrado por el obispo de Tarbes y Lourdes que es el primer superior.
- Las personas e instituciones que desean ser admitidas en la familia Nuestra Señora de Lourdes tienen que pedírselo al moderador; las personas indican el lugar y fecha de su bautismo.
- La admisión en la familia Nuestra Señora de Lourdes es concedida por tres años, y debe ser renovada. Se otorga billete de admisión y se inscribe el nombre en un registro especial.
- Hermandades o fraternidades con el mismo fin y mismo nombre pueden ser agregadas a la familia Nuestra Señora de Lourdes.
- La agregación a la familia Nuestra Señora de Lourdes es realizada por el obispo de Tarbes y Lourdes, después del consentimiento del ordinario del lugar donde la nueva fraternidad es erigida.
Dios, Padre, rico en misericordia
La peregrinación a Lourdes no es más que una etapa en el camino de la vida. Nuestra completa existencia es una peregrinación hacia la Patria del Cielo. Un anticipo del término que se nos ofrece en el amor compartido, fruto de la Misericordia del corazón de nuestro Dios. Se hizo pequeño para que no tuviéramos miedo de él, para que no tengamos miedo unos de otros.
En Lourdes, la Señora reveló su nombre a Bernardita el 25 de marzo: «Yo soy la Inmaculada Concepción». Yo soy la criatura perfectamente transparente a la Luz: dejo pasar el Amor del Salvador que se hace carne en mí. La criatura y el Creador son uno en el seno de la Mujer.
Desde entonces se ha vencido al pecado, la muerte está en suspenso. Cada vez que por el bautismo un niño de los hombres es sumergido en la vida de Jesús, el Unigénito, la resurrección está en acción. Renacemos cada vez que por el sacramento de Penitencia revivimos la gracia del bautismo. Y todas las consecuencias del pecado que seguimos arrastrando pueden ser reducidas a nada gracias a la sobreabundancia del don de Dios. Su indulgencia sin límites por el hijo pródigo que vuelve hacia él.
Cuando nos confesamos, comulgamos y rezamos por las intenciones de la Iglesia y del Papa, en ciertos momentos privilegiados que se nos ofrecen, recibimos la indulgencia plenaria: nos dejamos transportar por el brasero ardiente del corazón de nuestro Dios: Exigencia y regalo del Amor.
En Lourdes podemos recibir habitualmente la indulgencia en diferentes ocasiones recordadas más abajo (Anexo), según las normas del Enchiridion Indulgentiarum del 16 de julio de 1999.
La familia de nuestra Señora de Lourdes
Al terminar el jubileo de la Misericordia el 22 de agosto de 2016, el obispo de Tarbes y Lourdes hizo resurgir la fuente de la Misericordia. Si nos afiliamos a la Familia, se nos ofrece beneficiarnos de la indulgencia plenaria una vez al año, eligiendo entre las posibilidades siguientes: el día aniversario de nuestra afiliación, los días más importantes de las Apariciones (11 de febrero, primer Aparición; 18 de febrero, día en el que se prometió a Bernardita la felicidad del otro mundo; 25 de febrero, día en el que se pide penitencia y nacimiento de la fuente; y el 25 de marzo, cuando la Señora dijo su nombre: «Yo soy la Inmaculada Concepción»), también el 8 de diciembre, el 15 de agosto y el 22 de agosto, fiesta de María Reina, día en el que se reactivó la Asociación.
El Señor nos acompaña en nuestras rutas diarias. No faltemos a la cita. La luz de Lourdes quiere iluminar todos los corazones.
Las personas y grupos que lo deseen pueden entrar a formar parte de la Familia de Nuestra Señora de Lourdes para seguir viviendo en casa la gracia de la peregrinación.
Para cualquier información, escriban a: famillendl@lourdes-france.com
Indulgencias plenarias generales aplicables a Lourdes
Se concede una indulgencia plenaria al fiel que visita al Santísimo Sacramento para adorarlo durante media hora por lo menos (EI 1986, conc.3).
Se concede una indulgencia plenaria al fiel que cumple el piadoso ejercicio del Viacrucis (EI 1986, conc. 63).
Se concede una indulgencia plenaria al fiel que reza piadosamente el Rosario mariano (EI 1986, conc. 48). Basta con rezar solamente cinco decenas, pero tienen que ser rezadas sin interrupción.
Se concede una indulgencia plenaria al fiel que visita una basílica rezando piadosamente el Padrenuestro y el Credo:
a) en la solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo;
b) el día de la solemnidad del Titular:
basílica de la Inmaculada Concepción: 8 de diciembre,
basílica del Rosario: 7 de octubre,
basílica de San Pío X: 21 de agosto;
c) el 2 de agosto, día de la indulgencia de la Porciúncula*;
d) una vez al año, un día elegido por el feligrés.
*El 2 de agosto, con motivo de la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Ángeles celebrada en la familia franciscana, todos los fieles pueden obtener una indulgencia plenaria particular, la llamada indulgencia de Porciúncula. Puede ser obtenida desde el 1 de agosto a mediodía hasta el 2 a medianoche («Concesiones» n.º 33, §1-2°; 3° y 5°). En cambio, no se pueden obtener varias indulgencias plenarias el mismo día, aunque sí es posible obtener, además de una indulgencia plenaria, varias indulgencias parciales en el mismo día.
Se concede una indulgencia plenaria al fiel que visita el santuario rezando piadosamente el Padrenuestro y el Credo:
a) el día de la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero,
b) cada vez que participa en una peregrinación colectiva.