El Corpus Christi o Fiesta del Santísimo Sacramento (2° domingo después de Pentecostés)
es una de las fiestas más importantes de la Iglesia católica, ya que celebra la presencia de Cristo en la Eucaristía. En este día, los fieles celebran la institución de la Eucaristía, que tuvo lugar el Jueves Santo, en la Última Cena. Fue entonces cuando Jesucristo transformó el pan y el vino en su cuerpo y su sangre, e invitó a los apóstoles a comulgar con Él.
La procesión Eucarística en Lourdes
La procesión eucarística de Lourdes tiene lugar todos los días a las cinco de la tarde (desde Pascua hasta el día de Todos los Santos). Comienza en el Podio, frente a la Gruta, y se dirige hacia la basílica de San Pío X, a través de la explanada de las procesiones, con un momento de Adoración y la tan esperada «bendición de los enfermos».
Todos los peregrinos están invitados a caminar con los enfermos detrás del sacerdote que lleva la custodia y, como ellos, recibir la bendición que Jesús da al pasar entre nosotros. Muchas curaciones milagrosas se han producido durante el paso del Santísimo Sacramento.
Bernardita hizo su Primera Comunión el 3 de junio de 1858, en la capilla del hospicio, en la fiesta del Santísimo Sacramento, también llamada «Corpus Christi», rodeada de las hermanas de Nevers y de otros niños tan pobres como ella.
Desde 1866, año en que se celebraron las primeras misas, los peregrinos pueden acudir al santuario para adorar al Santísimo Sacramento.
Por la tarde, después del saludo del Santísimo Sacramento en la Gruta y antes de que fuera llevado a la Cripta, el obispo o el sacerdote que llevaba el Santísimo Sacramento se dirigía hacia la explanada del Rosario para «bendecir a los enfermos», que en aquella época estaban separados de los demás peregrinos. Hubo que esperar hasta finales de mayo de 1968 para que los peregrinos enfermos pudieran participar en la procesión del Santísimo Sacramento, que terminaba con la «bendición de los enfermos».
Las procesiones del Santísimo Sacramento
«Como celebración peculiar de esta solemnidad está la procesión, nacida de la piedad de la Iglesia; en ella el pueblo cristiano, llevando la eucaristía, recorre las calles con un rito solemne, con cantos y oraciones, y así rinde público testimonio de fe y piedad hacia este sacramento» (canon 386 del ceremonial de los obispos).
Muchas ciudades y pueblos celebran procesiones detrás del Santísimo Sacramento, demostrando así la piedad fiel y popular.