Robin Dupont nos cuenta su historia
El patrimonio del Santuario de Lourdes es una herencia compuesta por ofrendas procedentes de todas partes del mundo y de diferentes épocas. Robin Dupont, que trabaja en su conservación desde 2001, nos cuenta su trayectoria y compromiso con la preservación de este tesoro histórico y artístico.
Buenas, Robin. ¿Podría hablarnos de su formación académica y de su experiencia en el Santuario de Lourdes?
Comencé a trabajar en el Santuario como asistente de conservación en 2001 y pasé a ser conservador en 2020. Mi formación académica comprende un doctorado en Historia del Arte y Arqueología, además de un máster en Literatura e Historia Antigua. Asimismo, enseñé Historia del Arte en Pau durante 5 años.
¿En qué consiste exactamente su trabajo como conservador en el Santuario de Lourdes?
Mi labor es velar por la conservación del patrimonio histórico y artístico del Santuario, lo que incluye objetos de culto, vestiduras litúrgicas, estandartes, cuadros y esculturas procedentes de cualquier parte del mundo.
Esto implica la gestión del inventario, el asesoramiento sobre el mantenimiento y la supervisión de las restauraciones, a menudo realizadas en colaboración con expertos como SOCRA, que, por ejemplo, se ha encargado de las vidrieras de la basílica de San Pío X, además de la estatuaria y los mosaicos del Santuario. Los restauradores de orfebrería y textiles antiguos suelen ser más difíciles de encontrar. Nosotros efectuamos algunas restauraciones internamente, como la costura y el mantenimiento de las estatuas.
Además de la restauración, me aseguro de que el patrimonio esté disponible para las ceremonias. De forma general, el servicio litúrgico me informa de lo que necesita, pero yo también hago algunas sugerencias.
¿Cómo se calcula el valor de un patrimonio como el del Santuario de Lourdes?
Contamos con expertos en orfebrería y textiles antiguos que nos acompañan a la hora de analizar los objetos. Identificamos el sello, una marca en el objeto que permite identificar al orfebre y el material. De igual forma, se estudia la historia de cada donación para establecer un valor asegurable.
¿Existe alguna «joya» en los archivos del Santuario?
Entre las «joyas» más conocidas, conservamos la roca que la Virgen pisó durante las Apariciones. Esta se desprendió de la Gruta cuando se instaló la estatua de María. A su vez, guardamos el cuaderno del comisario Jacomet y algunas cartas de Bernardita.
Los «tesoros» también incluyen el copón donado por Carlos III de Mónaco en 1872 y la llamada «Corona de Francia», es decir, de Nuestra Señora de Lourdes, datada de 1876. Esta corona, encargada por el Papa Pío IX para ornar la estatua de Nuestra Señora de Lourdes, fue realizada por Mellerio dit Meller, una casa de joyería parisina famosa por sus aderezos para reinas, anillos y coronas religiosas.
¿Podría hablarnos de la historia de los estandartes de Lourdes?
La historia de los estandartes comienza en octubre de 1872, bajo el episcopado de Mons. Pichenot, cuando todas las diócesis de Francia llevaron a Lourdes un estandarte de su parroquia con motivo de la Procesión de los Estandartes. Entonces, la Basílica de la Inmaculada Concepción albergaba 302 estandartes, los cuales se colgaban de los triforios y bajo las bóvedas con fines decorativos.
Más adelante, llegaron estandartes de todo el mundo: Polonia, Portugal, España, Bélgica, Irlanda, Inglaterra, Escocia, Italia, Turquía, Estados Unidos, México, China e, incluso, de ultramar. Aún hoy, siguen llegando estandartes procedentes de todas partes del mundo, enriqueciendo esta colección única del Santuario de Lourdes. Se dice que no hay país católico que no tenga su estandarte en Lourdes.
En 1946, llegó una segunda serie de estandartes a petición de Mons. Choquet, quien pidió a las diócesis que trajeran estandartes nuevos para reemplazar los antiguos que se habían deteriorado.
Por desgracia, con el paso del tiempo, estos estandartes se han ido estropeando por culpa de los efectos climáticos y el humo de las velas. Existía el riesgo de que se cayeran e incendiaran la basílica, por lo que acabaron retirándose.
En la actualidad, se conservan alrededor de 300 estandartes en las salas de conservación del patrimonio.
¿Cómo se data un estandarte?
En algunas ocasiones, las inscripciones de los estandartes permiten reconocer su fecha de origen. Poseemos numerosos estandartes que datan de 1872, año en el que se llevaron los primeros estandartes a Lourdes. En aquella época, las diócesis podían encargar sus estandartes a la casa de costura Biais, la cual ofrecía tres tipos de formas únicas.
Diseños de estandartes de la casa Biais
Los archivos conservan registros de algunas donaciones de estandartes, lo que permite rastrear su historia. Antes de 1940, el Journal de la Grotte [El Periódico de la Gruta] y los Anales de Lourdes proporcionaban información sobre las peregrinaciones, a menudo acompañada de descripciones de estandartes y nombres de donantes.
Para catalogar nuestras colecciones, utilizamos un programa llamado «Index patrimoine» [Índice de patrimonio]. El Santuario es su usuario principal, lo que permite adaptarlo a nuestras necesidades. Cada objeto, como los estandartes, es inventariado y analizado.
¿Qué técnicas se utilizan a la hora de restaurar y conservar los estandartes?
Son trabajos delicados y, además, un gran número de estandartes están en muy mal estado.
La restauración es costosa y a menudo prácticamente imposible. Para restaurar un estandarte hay que retirar las partes deterioradas y reemplazarlas por una tela nueva, todo ello conservando el máximo de tela original.
Los estandartes se guardan en una sala con un clima estable. Se colocan en estanterías metálicas, con un máximo de tres o cuatro estandartes superpuestos. Entre cada estandarte, se acomoda una tela blanca de algodón o lino para protegerlo de la humedad, así como un papel de seda que evita que los bordados se enganchen.
Actualmente, ¿existe algún proyecto relacionado con los estandartes?
El 13 de agosto de 2024, saldrá a la venta en la Librería un libro sobre los estandartes. Además, prestamos cada vez más estandartes: hace poco, se utilizaron durante la Peregrinación Militar Internacional y se confiaron a Tarbes para el Corpus Christi. A su vez, pondremos a disposición una decena de estandartes para la peregrinación nacional del 15 de agosto.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Me gusta la diversidad de las tareas, las cuales van desde la investigación a la restauración de objetos históricos. Es un trabajo multidisciplinar en el que no hay dos días iguales. Además, la riqueza y la historia del patrimonio de Lourdes son una gran fuente de satisfacción e inspiración.
¿Cuáles son los principales retos?
Una de las dificultades es priorizar las distintas tareas, como los inventarios, el análisis de los objetos y el seguimiento sanitario. Al mismo tiempo, debemos llevar a cabo proyectos a largo plazo que exigen rigor. Por ejemplo, actualmente estamos inmersos en la creación de un centro de recursos históricos en el Santuario, cuyo objetivo es hacer accesibles al público las colecciones y facilitar la consulta de los documentos de archivo. A su vez, pretendemos duplicar la capacidad de almacenamiento de nuestro patrimonio y de nuestros archivos.
¿Alguna anécdota interesante?
A veces me sorprenden ciertos descubrimientos.
Un día, recibí por correo una carta con el rosario de Lisa Cesson, una mujer curada milagrosamente en 1912. Su familia lo había encontrado en un cajón.
También descubrí en el altillo de la basílica de la Inmaculada Concepción un precioso cuadro, pintado por Michele Tosini en el siglo XVI, completamente ennegrecido por el hollín de las velas. Este óleo sobre madera del artista florentino Michele Tosini representa a María, Jesús y al niño Juan Bautista. Existen muy pocas obras de este pintor y la manera en la que este cuadro llegó al Santuario sigue siendo un misterio.
Si esta entrevista le ha inspirado, venga a admirar las basílicas, frescos y estatuas del Santuario de Lourdes, así como los estandartes que se portan en las procesiones de hoy. Algunas de las obras del Santuario también están expuestas en el Museo de Santa Bernadette.
En este año de procesiones, le invitamos a venir a Lourdes con su propio estandarte para participar en esta tradición viva.