A lo largo de este 2023, el Santuario ha hecho memoria de la consagración de las basílicas para definir el tema del año: «Vaya a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla». La dedicación de la basílica de San Pío X tuvo lugar el 25 de marzo; el 19 de mayo, la dedicación de la Cripta; el 2 de julio, la de la basílica de la Inmaculada Concepción y este 6 de octubre, la de la basílica del Rosario.
El Santuario conmemorará la dedicación de la basílica del Rosario durante la misa de las 11:15 h en la basílica y al inicio de la procesión de las antorchas.
Historia
La primera piedra de la nueva iglesia fue colocada hace 140 años, el 16 de julio de 1883, por el cardenal Desprez, arzobispo de Toulouse, con motivo del 25 aniversario de la última aparición.
La iglesia no estaba completamente terminada, ya que solo se habían acabado cinco mosaicos que representaban los misterios del Rosario. Sin embargo, todas las capillas disponían de un altar, por lo que la iglesia pudo consagrarse.
El 16 de julio de 1901, el obispo de Tarbes escribió a los obispos de Francia para invitarles a la ceremonia de la consagración, fechada el 6 de octubre. El 25 de julio, escribió al papa León XIII para pedirle que delegara en el cardenal Langénieux para consagrar en su nombre la iglesia del Rosario «La nueva iglesia fue la respuesta del mundo católico a las insistentes exhortaciones que Su Santidad le dirigió en sus inolvidables Encíclicas para reavivar la devoción al Santísimo Rosario».
En respuesta, el 8 de septiembre de 1901, León XIII firmó una carta apostólica, titulada «Parta humano generi», sobre la consagración de la nueva iglesia de la bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario de Lourdes.
El domingo 6 de octubre de 1901, tuvo lugar la consagración de la iglesia. La ceremonia terminó al mediodía, mientras que la campana de la basílica tocaba el Ángelus.
A continuación, se celebró la misa. Mgr Enard, obispo de Cahors, pronunció la homilía y Mons. Langénieux clausuró la ceremonia con la bendición papal. A las 13:30 h, todos los prelados regresaron en procesión a la capilla para almorzar.
25 años más tarde, el papa Pío XI, en un breve apostólico del 24 de septiembre de 1926, erigió la iglesia del Rosario en basílica menor.
Los archivos del santuario de Nuestra Señora de Lourdes conservan los documentos preparatorios a estas ceremonias, así como el proceso verbal de la consagración, firmado por los prelados consagrantes.
¿Qué es una dedicación?
Un edificio religioso debe considerarse como lo que es: no es un teatro, ni un museo, ni un inmueble. Es un edificio religioso, un signo de transcendencia en nuestra sociedad secularizada.
Al consagrar mediante sus ritos un edificio material hecho por manos humanas, la dedicación expresa el misterio mismo de la Iglesia, templo de Dios construido de piedras vivas. La palabra «iglesia», cuya etimología significa «asamblea», se atribuye entonces al edificio en el que la comunidad cristiana se reúne para escuchar la palabra de Dios, orar en común, realizar los sacramentos y celebrar la Eucaristía.
La dedicación da al edificio en cuestión su finalidad y define su naturaleza. La celebración de la dedicación de una iglesia es, quizá, la más completa y significativa de todas las ceremonias litúrgicas.