Desde hace más de 100 años, la Peregrinación del Rosario ofrece cada año a miles de peregrinos la gracia de un momento especial en su vida de oración y fe, una renovación de su vida espiritual y una recuperación del entusiasmo en su devoción a Nuestra Señora. La Peregrinación del Rosario 2023 tiene lugar del miércoles 4 al sábado 7 de octubre de 2023.
Se esperan alrededor de 15 000 peregrinos en Lourdes
Este año 2023, el Hermano Hugues-François Rovarino, dominico, director general de la Peregrinación del Rosario, nos invita bajo el lema «¡Venid a edificar la Iglesia!». ¡Qué maravilloso plan es ser constructor! El Hermano Hugues-François recuerda cómo el 11 de febrero de 1858 es la fecha en la que la vida cambió. «La de Bernardita, la “vidente” de la Gruta, sin duda, pero también la de su familia y la de los miles de personas que pronto constituirían la multitud que acude a la Gruta de Massabielle. Y entre toda esa multitud, numerosos enfermos, ¡acompañados, consolados, aliviados o curados!
¡Pero también la nuestra! Sí, aquel día también cambió nuestra vida. Desde hace 115 años, los peregrinos del Rosario han recorrido este camino hasta la Gruta. Saben confiar en la Señora y esperan lo que la esta les comunicará de parte del Señor, al igual que Bernardita.
«Esperan que, aquí reunidos y con la gracia del Señor, sus corazones sean cada vez mejores, porque la caridad los ensanchará» (Fr. Hugues-François Rovarino, o.p. Director General).
EL TEMA DE 2023: ¡VENID A CONSTRUIR LA IGLESIA!
El origen de esta invitación se encuentra en la aparición del 2 de marzo de 1858:
• Esta frase tiene una historia: la Señora podría haberlo expresado así: «Vaya a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y se venga en procesión». Para Bernardita, «los sacerdotes» son los curas a los que teme. Para decírselo, lo hizo en dos ocasiones: por la mañana dijo: «que se venga en procesión». Más tarde, al darse cuenta de que había omitido la otra petición, regresó a las 19 h: «la Señora también me pidió que se construya una capilla».
• Recordemos esta frase: «Vaya a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y se venga en procesión». Pero construimos algo más que una capilla. «Santa María, Madre de Dios, querías una capilla, aquí tienes una Iglesia», nuestra Iglesia.
¡Venid! – Bernardita acudió a su párroco para que nosotros y los demás acudiéramos a la Señora y al Señor. Esta invitación, dada o recibida, es una gracia.
Construir… Dios construye una casa, que es la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, para todos nosotros. ¿Acaso no somos testigos de ello? Lourdes da una «imagen increíble del Pueblo de Dios… donde se puede vivir el Evangelio en plenitud» (hermano Adrien). Así que «¡Venid a construir la Iglesia!» con nosotros.
Hno. Hugues-François Rovarino, dominico
Director general
Bernardita le rezaba a María mientras esperaba su llegada
En Lourdes, Bernardita rezaba el rosario mientras esperaba la aparición. Al verla rezar, las personas querían rezar como ella y con ella. Cada vez más personas se agrupaban en la gruta y entonaban los «Ave María». Para subrayar el valor de esta oración, Santa Bernardita señaló que Nuestra Señora llevaba un rosario durante las apariciones. En Lourdes, el rosario siempre se reza en la gruta, pero también durante la procesión mariana que reúne cada tarde a los peregrinos. El santuario de Lourdes sigue siendo una «extraordinaria escuela de rezo» (Benedicto XVI).
¿Por qué celebramos Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre?
Este acontecimiento histórico es el origen de la memoria de la Virgen María del Rosario. El 7 de octubre de 1571, la coalición cristiana ganó una batalla decisiva contra la flota otomana en Lepanto. Previamente, el Papa San Pío V había pedido que en todas partes se rezara el Rosario por la victoria. En acción de gracias, instituyó una fiesta en honor a Nuestra Señora de la Victoria, que más tarde se convirtió en la fiesta del Santo Rosario.
En este día, retomemos nuestro rosario, si lo hemos olvidado. Digámoslo con fe.
«El rosario es la oración que siempre acompaña mi vida. También, es la oración de los sencillos y los santos, es la oración de mi corazón» (Papa Francisco).