Con motivo de la VI Jornada Mundial de los Pobres, que tendrá lugar el domingo 13 de noviembre de 2022, el papa Francisco nos invita a «no ceder y renovar la motivación inicial» de nuestra relación con los pobres, cada uno según sus medios y talentos.
Programa
Sábado 12 de noviembre de 2022
15.30: Rosario en la Gruta a cargo del P. Domergue con la participación del grupo Place et Parole des pauvres.
Domingo 13 de noviembre
10.00: Misa en la Gruta de Massabielle presidida por el P. Jean-François PENHOUET, capellán de la Cité Saint Pierre à Lourdes.
12.00: Ángelus en la Gruta seguido de un pícnic compartido en la sala Juan XXIII del Centro de Información.
Toda la jornada y las celebraciones están animadas (canciones y música) en colaboración con la Diaconía de la belleza, en el marco del festival de la belleza, con la participación del grupo Saint Laurent, el grupo Place et Parole des pauvres del Santuario Nuestra Señora de Lourdes.
Frente a los pobres se practica la fe
Nos gustaría, como le propuso María a Bernardita, seguir un camino pascual, morir a la vieja vida, para descubrir la verdadera Vida, la verdadera Felicidad. Debemos, por supuesto, escuchar, pero también debemos comprometernos. El papa Francisco nos lo recuerda en su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres: «Frente a los pobres no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose directamente, sin delegar en nadie». (7)
Un peregrino no puede volver a casa como se fue. Esto implica que debe dejarse despojar poco a poco, limpiar, empobrecer, para estar abierto a las riquezas del don de Dios. Bernardita no estaba dando una lección de moralidad a su familia cuando les decía: «¡Ojalá que no se hagan ricos! Les estaba abriendo el horizonte que ella misma había contemplado en la Gruta, ese otro mundo, que sólo necesita nuestro sí para reventar nuestras cáscaras y florecer bajo el sol de Dios.
No soñemos, acojamos la felicidad del Reino prometido
Lourdes, desde el principio, ha provocado esta revolución de los corazones. Los «ricos» se hacen cargo de la camilla de los enfermos, a los que llaman «nuestros señores los enfermos». Pero como sabemos, incluso en una organización benéfica, nos apresuramos a reclamar nuestros derechos y privilegios. No soñemos, acojamos la felicidad del Reino prometido, ofrecida ya en un encuentro fraternal, un intercambio de miradas, la alegría de una mano tendida. Entendamos que, incluso en medio de las dificultades, tenemos derecho a a esta parte de felicidad. Y que puede multiplicarse y crecer, si entramos en la gracia de de la aparición de María a Bernardita; este encuentro nos hace vivir el respeto incondicional de toda persona a la luz del Espíritu que quiere comunicar su fuerza de vida. No soñemos, dejemos que la alegría descubierta nos penetre, nos transforme, para dar lugar a esos oasis de misericordia de la misericordia, que son la capilla pedida por María, estas pequeñas familias o fraternidades que transformarán el mundo en nosotros y a nuestro alrededor.
Tiende la mano al pobre
Nuestra sociedad, en la que el consumo desenfrenado se ha erigido en valor supremo, tendrá sin duda algunas dificultades para adoptar esta visión de los pobres. Pero a quién le importa, hay que proponérselo y hacer que cada mujer y cada hombre que vive en condiciones precarias tome conciencia de su propia dignidad humana. «En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40)