Desde hace más de 100 años, la peregrinación del Rosario y la familia dominica ofrecen cada año a miles de peregrinos la gracia de un tiempo especial en su vida de oración y de fe, una renovación de su vida espiritual, una renovación del fervor en su devoción a la Virgen.
La peregrinación del Rosario a Lourdes
El hermano Hugues-François Rovarino, dominico, director general de la peregrinación del Rosario, nos invita este año 2022 a volvernos hacia la Gruta, como Bernardita. Allí aprenderemos poco a poco a transmitir este mensaje: «¡Vaya a decir…!» Familiaricémonos con este mensaje, propongamos e invitemos a nuestros seres queridos o a quienes puedan necesitarlo, a venir con nosotros a Lourdes. Como Bernardita, vaya a decir… con la sonrisa de la Señora y la esperanza del Señor.
Hno. SYLVAIN DETOC, PREDICADOR DE 2022
El Hno. Sylvain Detoc es el predicador de la peregrinación de este año en Lourdes. Su amor por el Rosario le ha llevado a escribir numerosos artículos sobre este tema, así como un libro publicado en 2020 por la editora “Éditions de la Licorne”, Petite théologie du Rosaire (Pequeña teología del Rosario).
Fiel miembro de la Peregrinación, ha servido durante mucho tiempo en las piscinas, como encargado de la animación litúrgica y luego como capellán.
Predicará en las cuatro grandes misas sobre el tema «Como Bernardita, vaya a decir...» y dará una gran conferencia sobre «¡Los errores de reparto del Buen Dios!»
EL TEMA PARA 2022: COMO BERNARDITA, VAYA A DECIR…
En las primeras horas de la mañana de Pascua, en un sepulcro excavado en la roca, el Cielo se abre y habla a las mujeres que han venido a embalsamar el cuerpo de Jesús: «Id a decir…» Sí, id y contad al mundo la noticia más extraordinaria de toda la aventura humana: ¡Cristo ha resucitado, ha vencido el mal y la muerte! Muchos siglos después, en la gruta de Lourdes, la Virgen María le pedirá a Bernardita que «vaya a decir» que las maravillas de Dios no se agotan. El cielo no está cerrado. El manantial no se ha secado. Brota de la roca como signo de la vida que Dios sigue ofreciendo en abundancia. Ahora nos toca a nosotros escuchar la llamada: «id a decir…».
La hermana Anne-Claire hace cinco preguntas cortas al hermano Sylvain Detoc, predicador del 2022.
¡Sus respuestas también son cortas para que en 2′ sientan las ganas de ponerse en marcha hacia Lourdes!
LOS GESTOS DE 2022
Cada año, se propone a todos los peregrinos de la peregrinación del Rosario un recorrido catequético basado en uno, o varios, de los gestos propuestos, acompañados por jóvenes, hospitalarias y camilleros, siguiendo las huellas de Bernardita y de la Virgen María.
UNA GRAN VELADA
En este año en el que Carlos de Foucauld ha sido elevado al rango de «Santo», la peregrinación del Rosario le rinde homenaje con una velada dirigida por Francesco Agnello el viernes 7 de octubre a las 21:00 horas en la iglesia de Santa Bernardita.
¿Por qué se celebra la Virgen del Rosario el 7 de octubre?
El 7 de octubre se celebra la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, una oración atribuida a una aparición de la Virgen María a santo Domingo en 1208.
En 1572, el papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria en acción de gracias por la victoria de la batalla naval de Lepanto, donde la flota cristiana detuvo la invasión otomana de Alí Pachá y limitó las conquistas musulmanas. Esta victoria se atribuye al rezo del Rosario, que era una devoción reciente entre la población católica.
En 1573, esta fiesta recibió el nombre de fiesta del Santo Rosario. En 1913 se integró en el calendario litúrgico católico, y en 1969 el papa Pablo VI la convirtió en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.
Hoy, la Iglesia nos invita a descubrir el lugar de María en el misterio de la salvación diciendo una y otra vez: «Dios te salve María, llena eres de gracia…».
En Lourdes aprendemos cada día que María aceptó ser la madre de Dios el día de la Anunciación, participando así en el misterio de la Redención. El Avemaría, que rezamos todos los días en Lourdes, es un saludo que recuerda la visita del Ángel en la Anunciación y una invocación para confiar a la Madre de Dios la vida de sus hijos hoy y en la hora en que se unirán a Dios.