El próximo domingo 19 de noviembre de 2023, tendrá lugar la 7.ª Jornada Mundial de los Pobres en Lourdes, a la cual asistirán 200 participantes del suroeste de Francia, acompañados por el grupo «Place et Parole des pauvres» del Santuario y los grupos Fratello, Réseau St Laurent y Secours Catholique.
El papa Francisco nos dice: «El domingo anterior a la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, nos reunimos en torno a su Mesa para recibir de Él, una vez más, el don y el compromiso de vivir la pobreza y de servir a los pobres».
Cómo vivir la Jornada Mundial de los Pobres
Programa:
Sábado 18 de noviembre
12:00 h: Acogida, instalación y pícnic en Accueil Notre-Dame.
14:00 h: Espectáculo del Cenacolo
15:30 h: Rosario en la Gruta
Tiempo para compartir
Procesión
18:45 h: Cena en Accueil Notre-Dame
20:00 h: Vigilia de oración en la Basílica del Rosario
Domingo 19 de noviembre
10:00 h: Misa en la Gruta de Massabielle, en presencia del P. Jean-François PENHOUET, capellán de la Cité Saint Pierre de Lourdes
12:00 h: Comida festiva
15:00 h: Tiempo de oración mundial.
«No apartes tu rostro del pobre» (Tb 4, 7)
Esta Palabra, extraída del libro de Tobías, nos ayuda a captar la esencia del testimonio que hay que dar.
El Libro de Tobías, un texto poco conocido del Antiguo Testamento, fascinante y rico en sabiduría, permite adentrarse mejor en el contenido que el autor sagrado desea transmitir. El texto del libro de Tobías propone una escena de la vida familiar: un padre, Tobit, despide a su hijo Tobías, que está a punto de emprender un largo viaje. El anciano Tobit teme no volver a ver a su hijo y por ello le deja su “testamento espiritual”.
El papa Francisco hace una bella meditación sobre este libro para recordar a los cristianos lo que deben vivir cada día.
60 aniversario de la Encíclica Pacem in terris
En la encíclica Pacem in terris, San Juan XXIII escribió: «Todo ser humano tiene derecho a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado. De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último, cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios para su sustento».
Este también puede ser el momento de darse cuenta, por desgracia, de que existen nuevas formas de pobreza que se suman a las que se han descrito anteriormente. En particular, podemos pensar en las poblaciones que viven en las zonas de guerra, especialmente, los niños privados de un presente pacífico y de un futuro digno. «Nadie podrá acostumbrarse jamás a esta situación; mantengamos vivo todo intento de instaurar la paz como don del Señor resucitado y fruto del compromiso por la justicia y el diálogo.
Es fácil caer en la retórica cuando se habla de los pobres. También, existe la insidiosa tentación de quedarse en estadísticas y cifras. Los pobres son personas, tienen rostros, historias, corazones y almas. Son hermanos y hermanas con sus virtudes y sus defectos, como todo el mundo, y es importante entrar en una relación personal con cada uno de ellos», afirma el papa Francisco.